lunes, 22 de abril de 2013

ESAS LIGERAS PROMESAS


Se escapan de las manos
se tornan resbaladizas, juguetonas,
no se les puede atar pues agonizan al sentir cerca a la realidad.

Se acurrucan en el oído
y hacen imaginar las más grandes hazañas,
las más tiernas historias.

Son escapistas de vocación por eso no se les puede domar
saben endulzar el discurso más sobrio
y llenan con su candor el aire de frescura.

Aún así llegan a ser espejismos
que atraen y con su mirada hipnotizan a quien las piensa,
a quien las escucha y a quien las lee.



Una no puede corroborar su existencia
no se les puede tocar o ver u oler
pues son incapaces de comprometerse
de aceptarse como una realidad posible.

Les encanta el presente y dejan para mañana la seriedad de quien promete.
Nunca aterrizan y se pierden en el cielo 
como no queriendo volver a la fuente.

Yo las amo, no las quiero dejar ir.
Le ponen color a mis pensamientos y fortaleza a mis emociones,
y a pesar de ser inmateriales, me abrazo a ellas con tanta fuerza
que llego a confundir mis brazos con sus alas.

DE LOS AMORES CLANDESTINOS

Vienen bajando de la montaña
resbalando por las tiernas hojas.
Han pasado la noche en vela
observándose uno a otro,
encantados por el cristalino brillo
que los recubre.

Son fugitivos de la mañana
y fóbicos a la luz del sol.
Temen que un día su calor los consuma
y se evaporen hacia el infinito,
sin color.

Son melancólicos por su pasado
pero se mantienen esperanzados por su presente,
uno que es capaz de hacerlos
latir en un sólo corazón,
el cual es capaz de desaparecer
hacia la nada, hacia ese destierro,
ordenado por aquellos que
no comprenden la razón de su existir.

Ya despertarán empalagados,
deseosos por otra noche de amor,
dándose cuenta de que el único motor en su vida
es la canción escondida que los mantiene
completos, envueltos en nubes de algodón.


TRES


Dicen que no hay mejor trío que el que se deja ver, 
ese que suena en la madrugada junto al balcón, 
el que libera las más intensas pasiones
y las más feroces tragedias.

Sólo tres bastan para desatar el caos,
tres para reír,
tres para llorar,
el uno diciéndole al otro 
y aquél interrumpiendo,
propiciando el desequilibrio 
y desbaratando la escena, la pareja perfecta.

Tres son los involucrados en una rencilla:
el afectado, el perturbador y el que sale en defensa del amigo.
Al tercer día de octubre, surge esa especie 
que se encuentra ya en peligro de extinción.

El tercer disparo fue certero para dar en el blanco
y la tercer caída sin límite de tiempo.
Tres las alegrías que inundan el alma
y tres las tristezas que desarman al corazón.

En Trinidad, el solo Dios, decidió dividirse,
pues no le fue suficiente
expresarse terrenamente a los hombres
y aún así, ni caso le hicieron.

Maldito tres, bendito tres:
no hay balance que soporte un número
tan primo y tan desigual, 
tan injusto y tan criticado,
tan odiado y tan venerado.

Hoy no me dan ni tres palabras
para ganar esta partida,
pues mi póquer de quinas,
me lo tumba una tercia de ases.


viernes, 19 de abril de 2013

EL JUNIO DE MI CORAZÓN



Tengo algo que decirte:
Mayo me trajo nuevas sorpresas
e infinidad de mensajes,
pero Junio, Junio fue fatal.
No sólo porque la primavera florece
más que nunca,
sino porque me trajo más claridad
sobre lo que quiero y deseo.

Apareciste en el lugar
donde menos te esperaba
pero donde más he buscado,
esa parte que me falta
y que hace los días más significativos.

Me contagia tanto tu optimismo,
tu calidez, tu cadencia al hablar,
que has llegado a complementar
esos vacíos con los que he caminado
los últimos años.

Se que no soy para ti, ni especial,
ni la primera, ni la única, ni la importante
y que muchas más quisieran ser
quienes te vean al iniciar el día
y cierren tus labios con un beso
al iniciar la noche.

Eso ya no me quita el sueño.
He aprendido, sin quererlo, 
a cambiar mis expectativas,
para cuidarme,
para cuidarte
y destilar mis buenas intenciones
para que lleguen intactas hasta ti,
ya que hoy, puedo decirlo,
irremediablemente,
me he enamorado de ti.

CRÓNICA DE UNA MADRUGADA ANUNCIADA



Mira, ya la luna se asoma
las estrellas tímidamente han venido a verte
el ruido de la ciudad cesa
y el hogar te recibe con brazos abiertos.
¿Rompecostillas? tal vez,
pero también se necesita aire para respirar.

Te imagino sonriendo, sin egoísmos
entretejiendo historias en tu mente
planes a futuro
y palabras certeras 
que lleguen al centro 
de cada una de las personas.
Si se puede a la izquierda del pecho, mejor.
Por cierto, tienes fina puntería.

Ha sido un día largo
y lo que más anhelas 
es una buena botella del mejor oxígeno del mundo,
sin embargo renuncias a él
pues hay mucho sueños por cumplir.

En la madrugada, la cama te llama
y te seduce para que puedas hacerle caso
y finalmente rendirte ante ella.
Ojalá algún día alguien te acompañara 
en ese tregua para endulzar tu descanso
y sanar tu alma.

Otro día amanece,
el sol te recibe con su mejor vestido
y el aire frío del invierno te recuerda
que sólo el trabajo es capaz de calentarte
en una mañana fresca de julio.
¡Buen día!

DESALIENTO

"Tantos siglos, tantos mundos,
tanto espacio" y no coincidir...

Estamos desfasados, desalineados,
tú orbitas hacia el norte,
yo hacia el sur.
Sólo es simplemente
la ilusión del encuentro,
lo que viviste y perdiste,
lo que no gané y nunca encontré.

Soy más ese lado obscuro, 
eres más ese lado brillante
que se afina y pule
a base de las derrotas.

No sólo son kilómetros,
hay un abismo entre nosotros
que se perfila para separar dos mundos:
el tuyo, colorido y estereofónico,
el mío, sombrío y vacío.

He aprendido a ver la obscuridad,
a seguir el camino del viento,
a aferrarme a una esperanza
que cuelga vacilante,
en un cielo encapotado.

Has aprendido a seguir
el camino de las estrellas
y a no volver a confiar
ni en lunas ni en soles.

Ya te dejo, ya me pierdo,
no más mensajes al mar para ti,
no más cartas con nombre.
Hoy puedo asegurar que no las necesitas
y que ya no hace falta
que creas en mis promesas.

Sabes volar y desconfiar del nido,
abre entonces esas alas
y dirige tu rumbo hacia tu destino
que yo nuevamente me alejaré
con mi corazón remendado,
mis sueños rotos
y mis expectativas guardadas
en el saco del olvido.


HE TENIDO QUE CALLAR




Siempre calma, serena, a veces dulce,
te he regalado varios versos,
algunos sin ton ni son,
otros carentes de rimas.

Pero la voz ha estado ahí
palpitando, latente,
con la suerte de que sea 
al ritmo de tu corazón.

Y he tenido que callar 
para no saturarte, 
para no olvidarme
que tu cariño no es el mismo hacia mi.

Sol de invierno,
cómo hacer para que tus rayos
no me iluminen tanto,
para que tu fuerza
no de color a mi sonrisa.

Para que no seas la fuente
 de mis sueños más deseados
y mis esperanzas más persistentes.
Bajaré la mirada y seré
un fantasma tras tu recuerdo.