domingo, 12 de mayo de 2013

LO QUE SUENA - JUNTO - CON


Es nuestra historia,
la mía vivida, la tuya proyectada.
Yo tengo motivo, tu tienes pretexto.
Y así nos hemos acompasado durante todo este tiempo,
sin saber que mi corazón ya no puede latir a un ritmo independiente,
que te has convertido en mi voz cantante 
y te has teñido del rojo de mi sangre 
en noches de luna con poca luz y sin luciérnagas.

Fuiste al principio mi allegro, sincero, sencillo,
rápido con la velocidad a la que se toma un caballito de tequila 
cuando el efecto esperado es sentir vértigo del mundo.
Estrella fugaz que encantó los días y que jamás pude capturar
(inclusive más escapista que yo).

Entonces tomé aire y me sirvió para lavar este encanto,
en un lento que me pareció interminable.
Melodía tras melodía perseguía tu voz a mi necia cabeza
como una canción de cuna que se posterga
por todas las obscuridades del horizonte,
con esa dulzura que me hizo sonreir más allá de lo imposible.

Y vino el sherzo: mi alegría desbocada por todos los poros.
La idea virulenta que creció de encontrarte,
de hacer realidad este sueño, 
que me ha traído infinidad de duermevelas.
Descubrí el humor y la afinidad que sintonizó
ese pensamiento y esas palabras que ya no sólo te pertenecen, 
sino que forman parte de mi sello personal,
como buena ladrona de papas que soy.

Se sucedieron los días y la danza se convirtió en rondó.
Giramos sobre los mismos círculos, 
haciendo cotidiano lo que me pareció deslumbrante en un inicio. 
Mi presencia se convirtió en hábito para ti, 
descolorido, ambiguo, simple.
Y me golpeó fuertemente tu indiferencia como jamás lo imaginé,
convirtiéndonos en dos individuales 
que se cruzaron para no volverse a asombrar.

Busco irremediablemente un último movimiento, 
aquél que me traiga agua para calmar mi sed, 
mis ganas locas de salir corriendo, 
pararte en seco, 
mirarte a los ojos (a esos dulcísimos ojos), 
escuchar cómo borbotean tus palabras 
cuando diriges el primer saludo, 
así, cerquita, despacio
tocar tus brazos como mis nubes preciadas de algodón, 
oprimir lentamente tu pecho con el mío, 
acariciar tu rostro con mis yemas, 
sentirte la respiración hasta dejarte sin aliento
pero con todo el amor en mis labios para ser tu dueña y tu mi señor.
Hasta que finalmente seamos lo que suena-junto-con
en un solo y brevísimo espacio.


2 comentarios:

  1. Hey! Uf. Yo tambien extraño ese sentiiento. De piel a puel. De ojos a ojs. De aliento a alieto. Gustso tus letras.

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  2. Gracias Simplicity. Tenemos las personas esa maravilla de compartir recuerdos similares o soñar con sentimientos futuros... que se convierten en sinfonías ;D

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