Tengo algo que decirte:
Mayo me trajo nuevas sorpresas
e infinidad de mensajes,
pero Junio, Junio fue fatal.
No sólo porque la primavera florece
más que nunca,
sino porque me trajo más claridad
sobre lo que quiero y deseo.
Apareciste en el lugar
donde menos te esperaba
pero donde más he buscado,
esa parte que me falta
y que hace los días más significativos.
Me contagia tanto tu optimismo,
tu calidez, tu cadencia al hablar,
que has llegado a complementar
esos vacíos con los que he caminado
los últimos años.
Se que no soy para ti, ni especial,
ni la primera, ni la única, ni la importante
y que muchas más quisieran ser
quienes te vean al iniciar el día
y cierren tus labios con un beso
al iniciar la noche.
Eso ya no me quita el sueño.
He aprendido, sin quererlo,
a cambiar mis expectativas,
para cuidarme,
para cuidarte
y destilar mis buenas intenciones
para que lleguen intactas hasta ti,
ya que hoy, puedo decirlo,
irremediablemente,
me he enamorado de ti.
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